Grecia siempre sorprende con buenas bandas en varios estilos, pero es en el metal extremo en donde dejan huella, no en vano los nombres mas famosos de esas tierras son de bandas de black o death metal. En este caso tenemos el cuarto álbum de esta banda, quienes hacen un death/black bastante contundente sin alguna influencia especial, es decir, no hay mucho de black griego aquí.
  Karma Violens son: Ilias "Blackbones" Zounis en
  voz, Costas Papadopoulos y George Karakouzidis en guitarras, Steven Elpiziotis en el bajo, y Sevan Barsam en batería. El disco fue grabado en el estudio del
  guitarra Costas y masterizado en el estudio
  polaco Hertz (Behemoth, Decapitated).
  Luego de una corta introducción el álbum inicia con "Embrace", una canción que podría pasar como cualquier canción
  de death/black metal del montón, pero mientras escuchas los
  detalles en riffs y la estructura en sí, ya puedes quedar
  enganchado a por más, y "One Way Journey" trae mas de buena música, con guitarras bien estructuradas, encajando
  cada cambio de manera épica y eso te mantiene enganchado. A partir de ahí
  puedes escuchar canciones death metal como "The Observer", "Great Old Ithaqua", y algunas pinceladas de black en "Kingdom of the Deserters". La banda no tiene miedo de incluir voces femeninas en sus canciones, así,
  la que da título al disco las incluye sin perder un decibel de intensidad, que
  se mantiene así pasando por "Mark On My Forehead", uno de los mejores momentos de este disco, que es bien concluido
  con "Light Beyond the Event Horizon" con excelentes solos de guitarra que de igual manera se repiten en
  muchas de las canciones de este trabajo.
  Un disco realmente inspirado, bien encajado, en donde el death metal tiene momentos oscuros que arrasan con todo, metal extremo de gran
  calidad. Debes escuchar este álbum.
  Mis favoritas: "One Way Journey", "Kingdom Of The Deserters", "Mark On My
  Forehead"
Me gustó: 92%

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