Impurity son: Ville Esbjörn en voz y guitarra, Axel Ask en guitarra, Liam Curcic en el bajo, y Filip “Draegg” en batería, todos promediando los veinte años. El álbum fue grabado y mezclado con la leyenda Tomas Skogsberg y fue masterizado por otra leyenda como Dan Swanö. El arte de la portada fue hecho por Freja Reuterskiöld.
Musicalmente esto es puro swedish death metal con toda la fórmula o receta, es decir, el buzzsaw del HM-2 en guitarras, una batería potente, simple y precisa, una voz oscura que atropella, algunas partes melódicas pero a la vez oscuras, y con buenas canciones, no hay fusiones ni nada, solo la intención de emular a la primera generación de bandas del viejo swedish death metal.
La portada muestra una especie de ruina de una construcción, quizás un viejo templo que ha sido tomado por entidades que se muestran en todos sus muros y arcos, mientras que en el fondo se dejan ver algunos cadáveres en una especie de desierto, dándole esa especie de terror cósmico, propio de Lovecraft.
Las canciones, pues hay de todo, pero todas siguen una línea, así, "Denial of Clarity" que abre se muestra con riffs brutales y un final épico, para dar paso a "Tribute to Creation" que tiene ciertos arreglos con apoyo de un teclado, sonando a lo que se hicieron en clásicos como "Clandestine", mientras que "Ancient Remains" tiene bastante del viejo Dismember. La banda aporta lo suyo usando un recurso poco o nada usado en el death metal sueco, como el que se escucha al minuto de "Life of Horrors", "Pilgrimage to Utumno" o casi al final de "Mourningside" con el doble bombo rápido y riffs veloces, algo que solo lo hizo Entombed en el inicio de "Sinner's Bleed".
Otra cosa que la banda hace distinto a lo que solían hacer aquellos grandes nombres suecos, es colocar interludios de guitarra acústica, algo que solo escuché en discos como "The Somberlain" de Dissection, así tenemos dos instrumentales cortos en esa línea como "Lament to the Lost One" y "Hymn of an Afterlife".
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