El hecho de que gente famosa o de recorrido dentro de la escena metal mundial forme una banda siempre va a llamar la atención, pero muchas veces se presta a comentarios como: "esas all-star bandas se aprovechan de su fama para asegurar las ventas, sea lo que sea que lancen, siempre venderán...", lo cierto es que ésta banda liderada por Gregor Mackintosh (Paradise Lost) en la voz y la guitarra y acompañado de Adrian Erlandsson (batería, At the Gates, ex-The Haunted, ex-Cradle Of Filth, Paradise Lost, Brujería, etc), Hamish Glencross (guitarra, My Dying Bride), Scoot (bajo, Doom), y un no muy conocido Mully (guitarra), han grabado un disco de death metal en la senda de los demos de Paradise Lost y el primer álbum "Lost Paradise", pero para deducir la fórmula que usa Vallenfyre nesecitaremos de dos elementos: el sonido sueco de las guitarras (Entombed, Grave, Dismember, etc) y esa pesadez, lentitud asfixiante del sonido mas death metal de Paradise Lost y My Dying Bride. Unes eso y tienes a Vallenfyre. Según Gregor Mackintosh el material lo tenía desde hace dos años atrás, pero no se hacía a la idea de tener otra banda más a parte de Paradise Lost. Fue la muerte de su padre lo que le motivó a sacar éste material, casi a la par de un libro autobiográfico llamado "Seeds", título de una canción del disco cuya letra es referida a esa penosa situación. La producción es impecable, y siendo sincero escuchar éste disco te lleva a inicios de los 90's con un montón de bandas haciendo éste tipo de death metal bien pesado y tedioso, pero que eran el lado contrario de la brutalidad del grind, ése sonido pesado te pintaba todo de desolación. Sin embargo el disco tiene momentos que tambien se inclinan bastante a la escuela sueca de ésa época, no sólo por el sonido, si no por la estructura de las canciones, y en ésta onda entran sobretodo canciones como "Ravenous Whore", "Desecration", "As the world collapses", "Humanity Wept" y "The divine have fled", sin embargo en el lado mas pesado tenemos "Cathedrals of dread", "Seeds", y "All will suffer", pero es en "My Black Siberia" donde el "Lost Paradise" renace.
Estamos entonces ante un buen disco de death metal, no es la gran cosa o el álbum del año, simplemente un buen álbum de death metal, un tributo a una rama del estilo que estuvo en la oscuridad hasta ahora que otra vez sale para atormentar al mundo y dejarlo en desolación.
Mis favoritas: "Ravenous Whore", "Seeds", "My Black Siberia".
Me gustó: 82%
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