Una de las bandas pioneras del metal sueco en general, en pocas palabras un clásico del metal mundial, liderados por el bajista Leif Eidling, han sabido mantener su estilo con el tiempo, un estilo iniciado por Black Sabbath, luego perfeccionado por Candlemass, que dependieron mucho tiempo del vocalista Messiah Marcolin pero que han sabido poco a poco librarse de ése cliché de que Messiah era Candlemass. Y efectivamente todo lo que esperas de la banda está aquí: riffs pesadísimos, lentos, baterías practicamente que no llegan a estar a medio tiempo, y con voces heavy épicas y oscuras a cargo de Robert Lowe (recientemente reemplazado por Mats Leven), y en ésta ocasión hay buen material, buenas canciones y un cierto aire de oscuridad aumentado mucho mas por la presencia de un teclado en plan órgano de misa, que le da una atmósfera gris al disco."Dancing in the temple (of the mad queen bee)" quizás sea la canción más "veloz" del disco y a la vez la mas corta, a diferencia de cortes pesadísimos como la extensa "Waterwitch" o "The sound of dying demons", el disco transcurre casi con la misma fórmula, quizás cambiando cuando el órgano tiene mas presencia como en "Psalms for the dead" o en "Siren Song" donde el hammond es bien pesado y tiene un aire setentero bastante pegado a Uriah Heep...
En conclusión un disco bastante entretenido a pesar de que es un estilo bastante tedioso para escuchar un disco completo, pero la banda pone la cantidad justa de canciones, pensando en los que van a escucharlos. El álbum no pasa los 50 minutos y como dije antes tiene buenas canciones, para los que nunca escucharon la banda, pues es una buena oportunidad y buen comienzo, pero es un deber rebuscar en los clásicos de ésta buena agrupación sueca.
Mis favoritas: "Waterwitch", "Psalms for the dead", "Siren Song".
Me gustó: 89%
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